REBELIÓN EN LA GRANJA
Eric Arthur Blair, más conocido como George Orwell, escritor y periodista británico, nació en Bengala, una ciudad de la India, el 25 de junio de 1903 y falleció en Londres el 21 de enero de 1950.
Entre todas sus obras podemos destacar las dos más conocidas: ‘Rebelión en la granja’ y ‘1984’. La primera es una pequeña fábula de carácter alegórico basada en una metáfora de la Revolución Rusa y su evolución hacia el estalinismo. ‘1984’ es la visión profética de Orwell sobre una sociedad totalitarista situada supuestamente en un futuro cercano. Ambas son consecuencia de la conversión que experimento Orwell a su regresó de Cataluña: un antiestalinista y anticomunista convencido y con simpatía por los anarquistas, pero que siguió siendo un hombre de izquierdas hasta el final. Como sus propias palabras lo indican: un ‘socialista demócrata’.
Para entender mejor la posición y pensamientos políticos y socialistas de George Orwell es imprescindible analizar el marco contextual en el que se publican sus obras, analizado por el mismo en el prologo de su obra ‘Rebelión en la granja’.
Si lo leemos con atención observamos que la prensa británica del siglo XX en apariencia se rige por una teoría política liberal, basada en la inexistencia de cualquier tipo de control sobre la prensa, puesto que se confía en la capacidad de los ciudadanos de diferenciar y aceptar lo que realmente sirve a los intereses generales. Digo en apariencia porque la realidad fue muy distinta, y no precisamente porque hubiera censuras que cohibieran el trato de ciertos temas o porque las críticas y revelaciones a cerca de los temas ocultos del gobierno estuviesen explícitamente prohibidas. En teoría no existían tales represiones. Pero lamentablemente había una especie de acuerdo general o tácito asumido por las personas bienpensantes sobre ciertos hechos inmencionables, que se aceptaba sin discusión alguna. No había prohibición concreta de no decir una cosa u otra pero se consideraba que no estaba bien decirlas y no se decían. Y en este punto es donde nos surge una cuestión: ¿a quien temen los editores y directores de los periódicos para esforzarse por hacer desaparecer de las hojas de sus diarios ciertos temas ‘tabú’? Se podría deducir que a una posible denuncia pero en un marco de prensa liberal no hay motivos para emprender acciones legales con el fin de evitar la publicación de un escrito, cualquiera que sean sus ideologías, siempre, claro esta que no dañe las dos limitaciones reconocidas por los liberales: la reputación de una persona y la protección de los menores. El miedo viene marcado por el temor que suscita la opinión pública. En la Gran Bretaña del siglo XX la cobardía intelectual es el peor enemigo al que han de hacer frente periodistas y escritores en general. Y al valiente que se le ocurriese ofrecer una opinión independiente, se le hacia caso omiso, tanto en prensa popular, como en publicaciones minoritarias e intelectuales.
En cuanto a los temas considerados tabú, todo lo relacionado con la URSS y el nuevo régimen estalinista, tenia que estar muy estudiado y sopesado, y por su puesto no había lugar para ninguna crítica contra la Unión Soviética y su gobierno.
Y es en este ambiente tan difícil en el cual George Orwell decide publicar su libro Rebelión en la granja, una irónica crítica del régimen reinante en la Rusia del siglo XX, que aunque se base en una metáfora solo es atribuible a este país puesto que sigue fielmente su transcurso histórico y el de sus dos dictadores. Como es lógico y el bien sabia, tuvo muchas dificultades para ser publicado, pero finalmente vería la luz en 1945 y empezaría a ser conocida por el público llegados ya los 50.
Eric Arthur Blair, más conocido como George Orwell, escritor y periodista británico, nació en Bengala, una ciudad de la India, el 25 de junio de 1903 y falleció en Londres el 21 de enero de 1950.
Entre todas sus obras podemos destacar las dos más conocidas: ‘Rebelión en la granja’ y ‘1984’. La primera es una pequeña fábula de carácter alegórico basada en una metáfora de la Revolución Rusa y su evolución hacia el estalinismo. ‘1984’ es la visión profética de Orwell sobre una sociedad totalitarista situada supuestamente en un futuro cercano. Ambas son consecuencia de la conversión que experimento Orwell a su regresó de Cataluña: un antiestalinista y anticomunista convencido y con simpatía por los anarquistas, pero que siguió siendo un hombre de izquierdas hasta el final. Como sus propias palabras lo indican: un ‘socialista demócrata’.
Para entender mejor la posición y pensamientos políticos y socialistas de George Orwell es imprescindible analizar el marco contextual en el que se publican sus obras, analizado por el mismo en el prologo de su obra ‘Rebelión en la granja’.
Si lo leemos con atención observamos que la prensa británica del siglo XX en apariencia se rige por una teoría política liberal, basada en la inexistencia de cualquier tipo de control sobre la prensa, puesto que se confía en la capacidad de los ciudadanos de diferenciar y aceptar lo que realmente sirve a los intereses generales. Digo en apariencia porque la realidad fue muy distinta, y no precisamente porque hubiera censuras que cohibieran el trato de ciertos temas o porque las críticas y revelaciones a cerca de los temas ocultos del gobierno estuviesen explícitamente prohibidas. En teoría no existían tales represiones. Pero lamentablemente había una especie de acuerdo general o tácito asumido por las personas bienpensantes sobre ciertos hechos inmencionables, que se aceptaba sin discusión alguna. No había prohibición concreta de no decir una cosa u otra pero se consideraba que no estaba bien decirlas y no se decían. Y en este punto es donde nos surge una cuestión: ¿a quien temen los editores y directores de los periódicos para esforzarse por hacer desaparecer de las hojas de sus diarios ciertos temas ‘tabú’? Se podría deducir que a una posible denuncia pero en un marco de prensa liberal no hay motivos para emprender acciones legales con el fin de evitar la publicación de un escrito, cualquiera que sean sus ideologías, siempre, claro esta que no dañe las dos limitaciones reconocidas por los liberales: la reputación de una persona y la protección de los menores. El miedo viene marcado por el temor que suscita la opinión pública. En la Gran Bretaña del siglo XX la cobardía intelectual es el peor enemigo al que han de hacer frente periodistas y escritores en general. Y al valiente que se le ocurriese ofrecer una opinión independiente, se le hacia caso omiso, tanto en prensa popular, como en publicaciones minoritarias e intelectuales.
En cuanto a los temas considerados tabú, todo lo relacionado con la URSS y el nuevo régimen estalinista, tenia que estar muy estudiado y sopesado, y por su puesto no había lugar para ninguna crítica contra la Unión Soviética y su gobierno.
Y es en este ambiente tan difícil en el cual George Orwell decide publicar su libro Rebelión en la granja, una irónica crítica del régimen reinante en la Rusia del siglo XX, que aunque se base en una metáfora solo es atribuible a este país puesto que sigue fielmente su transcurso histórico y el de sus dos dictadores. Como es lógico y el bien sabia, tuvo muchas dificultades para ser publicado, pero finalmente vería la luz en 1945 y empezaría a ser conocida por el público llegados ya los 50.
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