Ambos dirigentes coinciden en que la división de Irak en regiones sólo aumentará la violencia sectárea
El presidente de EEUU, George W. Bush, respalda plenamente la labor del primer ministro iraquí, Nuri al-Maliki, al que define de ‘lider fuerte’ y al que promete ayudar en el logro de todos sus objetivos, y reforzar su capacidad política y militar.
Asimismo, Bush ha recordado la presencia de las tropas estadounidenses en Irak y ha señalado que su permanencia en el país depende del tiempo que se necesite para completar con éxito su misión y del tiempo que el Gobierno iraquí requiera su presencia.
Posteriormente y en una rueda de prensa conjunta con Al-Maliki, Bush ha reconocido que le gustaría que los aproximadamente 140.000 soldados de EEUU en Irak comenzasen la retirada lo antes posible, pero que dada la complejidad de la situación y siendo realista todavía hay que esperar un poco.
Tanto Bush como Al-Maliki han coincidido en la necesidad de entregar la seguridad del país, actualmente en manos de las fuerzas estadounidenses, a las fuerzas iraquíes lo antes posible, aunque el primer ministro ha pedido al presidente de EEUU que las tropas americanas permanezcan en el país tanto como sea necesario, para reforzar así la autoridad del Gobierno.
Ambos dirigentes han coincidido también en que Irak no debe ser dividido en regiones autónomas. El presidente George Bush ha concluido mostrándose de acuerdo con la afirmación del primer ministro Al-Maliki, quien ha dejado bastante claro que dividir el país en partes no es lo que desea el pueblo iraquí y que cualquier partición de Irak sólo traerá consigo un incremento de la violencia sectarea.
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